domingo, 20 de agosto de 2017

Meritocracia

Introducción
Para comenzar, te propongo mirar unas imágenes:

En el año 2016, en nuestro país, pudo verse una publicidad de un auto (https://www.youtube.com/watch?v=Ov9x5naV3ok) donde plantea imaginar una “meritocracia” donde cada persona tenga éxito por lo que hizo y “sin que nadie le regale nada”.
La publicidad de la empresa automotriz (que no por casualidad sale en este contexto político de la Argentina) muestra a personas de tez blanca en oficinas de alguna gran ciudad, aeropuertos, restaurantes elegantes y corriendo por barrios acaudalados.
“Imagínate vivir en una meritocracia. Dónde cada persona tiene lo que merece. Dónde la gente vive pensando como progresar”, comienza la voz en off. Y sigue: “Dónde el que llegó, llegó por su cuenta. Sin que nadie le regale nada”.
Luego el relato sostiene que esas personas saben que “cuanto más trabajan, más suerte tienen”; “qué no quiere tener poder, que quiere poder y tener”.
Finalmente remata: “El meritócrata sabe que pertenece a una minoría que no para de avanzar y que nunca fue reconocida, hasta ahora”.
Este discurso plantea que si uno se esfuerza tiene éxito y quién no lo tiene es porque no trabajó lo suficiente. Además pone el eje en que ayudar a otras personas está mal porque implica “regalarle” algo sin que lo obtenga con su esfuerzo.
Sin embargo, este mensaje (muy asociado al rechazo de las políticas públicas de asistencia social, laboral y económica) oculta o ignora deliberadamente que no todo el mundo comienza desde el mismo lugar y con las mismas oportunidades.
No tendrá jamás las mismas oportunidades un chico que nace en un entorno social sin recursos, que uno que nace en una situación "acomodada", el capitalismo para que pueda funcionar necesita de pobres, por eso evitara que las personas de bajos recursos logren salir de la situación en la que están, a mayor pobreza, menores sueldos, debido a que aumenta la cantidad de mano de obra disponible, y más personas van a competir por el mismo puesto y serán capaces de aceptar sueldos bajos para poder llegar a comer aunque sea y no caer en la indigencia. Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda al sistema. En esto consiste la especial inteligencia del régimen neoliberal. No deja que surja resistencia alguna contra el sistema. En el régimen de explotación ajena era posible que los explotados se solidaricen y juntos se alcen contra el explotador. En el régimen de la auto explotación uno dirige la agresión contra sí mismo. Esta auto agresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo. La única meritocracia posible, seria en un sistema donde todos arranquen desde la misma base, algo que no pasa en el capitalismo. "[1]
Para seguir pensando sobre el tema te invito a ver los “contraspot” que se realizaron sobre esta publicidad y esta reflexión (https://www.youtube.com/watch?v=N9KpMyHFcqU) de Alejandro Dolina sobre el tema.
Una vez realizado esto, te invito a pensar…..¿en la escuela….como profesor en qué lado me voy a parar? ¿ el de los méritos? ¿ el de las posibilidades? ¿ qué postura vas a tener en relación a esto?
Para finalizar, una reflexión sobre los méritos y las posibilidades…” ¿Por qué hay hoy en mi país un gobierno neoliberal? Lo que pasó fue que no se entendieron muchos procesos que se llevaron a cabo. No pudimos hacerle ver al conjunto de la sociedad que, en realidad, su mejor posición económica era parte de ese proceso. Y esos jóvenes de veintipico que entraron a trabajar a las fábricas creyeron que era sólo un mérito propio y no gracias a un proceso. A esto se sumó esta nueva ideología o sistema político neoliberal, que es un modelo tendiente a quebrar los lazos de solidaridad en la sociedad y a hacer creer que lo que la gente tiene o no tiene no es porque tiene derecho sino que es por mérito propio.”[2]




[1] Basado en http://bochaelsocilogo.blogspot.com.ar/2016/05/imaginate-vivir-en-una-meritocracia.html
[2] Dra. Cristina Fernández de Kirchner (Grecia, Teatro Christos Lambrakis Hall, 8 de mayo de 2017)

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